Los lubricantes garantizan un buen funcionamiento del motor
El aceite del motor es un elemento esencial del motor, puesto que permite reducir el rozamiento y el desgaste de las piezas en movimiento y contribuye a la buena estanqueidad de los pistones en los cilindros. Otra función del aceite es la refrigeración de la mecánica que, de este modo, puede funcionar a una temperatura óptima. El aceite del motor también drena las impurezas y residuos metálicos provocados por el rozamiento de las piezas en movimiento.
Aunque el aceite pasa por un filtro, su calidad se degrada y conviene cambiarlo cada 10 000 km aproximadamente (según recomendación del fabricante), o todos los años (con el paso del tiempo y la condensación, el aceite se llena de agua).